lunes, 10 de junio de 2013

Trasplante de palmas

El Trasplante en nuevo recipientes
La palma se trasplanta por primera vez cuando desarrolla su tercera hojita. Según la especie, se utilizan potes o bolsas plásticas. El segundo trasplante tiene lugar en el momento en que raíces de la planta sobresalen del pote o de la bolsa. En relación a abono con fertilizantes se pueden usar abonos químicos comerciales, particularmente cuando el sustrato es pobre con nutrientes.

El Trasplante en su lugar definitivo
Cuando la palma ha adquirido tamaño de más o menos 1,5 m se puede trasplantar en avenidas, jardines, parques y zonas verdes en general. De acuerdo a la especie de la palma, el hueco que se debe abrir deberá ser desde 80 x 80 cm hasta 1 x 1 m. Conviene que la tierra que se agregue tenga las mismas características, de la utilizada en los primeros trasplantes (tierra vegetal, como compost). El cuello del tronco de la palma debe estar un poco más bajo enterrado como estaba en el pote. Se recomienda aplicar anualmente al principio de la entrada de las lluvias (mayo-junio) y el otro al final de las mismas (noviembre-diciembre). El riego puede ser una vez semanal. Cabe destacar que aflojar la tierra y eliminar las malezas es importante para el éxito de la plantación.
Trasplante de palmas adultas
Es posible trasplantar palmas hasta de 7 m de alto, y a veces más. Este es un trabajo técnico que implica cavar una zanja circular de más o menos 2,60 m de diámetro alrededor de la base para trabajar con cierta holgura sin dañar raíces y lograr extraer la palma con un gran pilón de tierra. La profundidad variará depende del tamaño de la planta que puede flutuar desde 40 hasta 100 cm.
Una vez liberado el pilón por los lados laterales, se saca con algo de tierra por debajo para "redondearlo", luego se cubre todo el pilón con una malla de ciclón o con sacos de yute o plástico y se amarra con alambre o guaral fuerte. Una vez la palma en su lugar definitivo, se introduce al hoyo valiéndose de una grúa, según los casos y disponibilidad. Previamente se reducen las hojas hasta dejar como máximo 2 a 4 de ellas, se desprende la malla del pilón y se hundo a unos 25 cm más baja de los que estaba en el terreno original. Se rellena el hueco con la tierra preparada y se aprisiona para que la planta no se mueva. Se recomienda colocar protectores, particularmente para los ejemplares de tallo alto o bien colocar cables o tirantes sujetos en una zona media alta del tallo y clavados al suelo.

Algunas plantas fáciles de trasplantar figuran los chaguaramos -Roystonea-

Los corozos -Acrocomia

y varias de otras especies más, de tronco único.

Las palmas que crecen en lugares arenosos, o semiarenosos son difíciles de transplantar ya que el suelo no permite la formación del pilón y las raíces son generalmente muy largas, tal es el caso del cocotero -Cocos nucifera-


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